Casi 10 mil casos de fraude, por un monto superior a los $67.000 millones de pesos colombianos, se registraron en el segundo semestre de 2021, según la Federación de Aseguradores Colombianos.  Entre las estafas más frecuentes se encuentran las pólizas con 30% a 50% de descuento, la venta de vehículos a crédito en páginas diferentes a las oficiales y la solicitud de pagos a cuentas de ahorros de personas naturales.

Los reportes globales del sector asegurador estiman que el mercado en Latinoamérica tendrá un crecimiento de 4,4% y 3,5%, para 2022 y 2023, respectivamente. Esta proyección supera el 3,3% promedio del crecimiento global, según cifras de Statista.

Considerando estas estadísticas de nuestro país y la región, comprar seguros es, sin duda, terreno fértil para los estafadores. De allí la importancia de tomar precauciones a la hora de adquirir una póliza de seguro y no caer en trampas, teniendo en cuenta las siguientes recomendaciones:

1. Contrata y haz pagos solo a compañías legalmente verificadas

Con la amplia oferta de productos que se ofrecen en las redes sociales, algunas personas intentan suplantar la identidad de grandes aseguradoras o dicen ser sus intermediarios, ofreciendo pólizas de seguro a precios increíblemente económicos, o con coberturas extraordinarias a precios muy bajos. Aunque la oferta pueda parecer increíblemente atractiva, vale la pena que desconfíes y verifiques si es legal, visitando la página oficial de la empresa aseguradora.

En este caso, puedes validar si la empresa tiene piso legal a través del Sistema Único de Consulta de Intermediarios de Seguros (SUCIS), que indica si esta aseguradora cumple con los requisitos mínimos para operar o señala cuáles son los canales regulares oficiales de la compañía de seguros para ofrecer sus productos.

2. Desconfía de descuentos y tasas de interés increíbles

En alguna ocasión puedes haber recibido información sobre descuentos de hasta 80% en medicamentos, seguros de vida o pólizas SOAT que inicialmente pueden captar tu interés.  La descripción de estos planes de salud puede parecerse a una póliza de seguro, pero generalmente no lo es, por lo que se hace más difícil identificar el caso como una estafa. Si parece una oferta demasiado buena para ser verdad, hazte las siguientes preguntas:

●      ¿Esta empresa está autorizada por el Ministerio de Salud y el sector asegurador para realizar afiliaciones?

●      ¿Solicita pagos a cuentas de ahorro de personas naturales?

●      ¿La oferta tiene una dirección física que puedas visitar para la existencia de la empresa?

●      ¿Estos intermediarios están autorizados y aparecen registrados en el Sistema Único de Consulta de Intermediarios de Seguros?

●      Si ya contrataste estos servicios, ¿el certificado que emitieron está validado por la compañía de seguros?

Existen múltiples mecanismos e instituciones en nuestro país para asegurarnos de que no estamos cayendo en un fraude cibernético. Tanto la Federación de Aseguradores Colombianos como la Fiscalía General de la Nación poseen canales expeditos que permiten, de forma segura, denunciar los casos sospechosos de estafas por correo electrónico (scam) o técnicas fraudulentas en internet para captar datos de los usuarios (phishing). La prevención también está en nuestras manos.

3. Comprende las cláusulas del seguro a contratar.

Una encuesta de la Superintendencia Financiera de Colombia refleja que 13% de los colombianos no compran seguros por falta de educación financiera, lo que supone desconocimiento de cómo funcionan o de sus beneficios.

El mismo estudio refleja que un 8% de los encuestados no contrata una póliza porque no existen productos que se ajusten a sus necesidades y 3% por desconfianza. En gran parte, estas razones pueden tener la misma causa: no recibir la asesoría adecuada y no leer en detalle las cláusulas de una cobertura de seguros.

Independientemente de si el seguro contratado es de vida, salud, vehículos o inmuebles, todas las pólizas de seguros están conformadas por, al menos, dos tipos de cláusulas:

●      Generales: condiciones “tipo” o preestablecidas por nuestra legislación que las aseguradoras deben incluir en sus pólizas, ya que contienen las regulaciones y estipulaciones locales por las que se rige el contrato.

●      Particulares:  se redactan específicamente para un contrato determinado y se aplican con preferencia, por encima de las condiciones generales. Por ejemplo: requisitos de aseguramiento, especificación de la materia asegurada, descripción, destino, uso y ubicación del objeto o materia asegurada, entre otras.

4. Conoce las limitaciones de la cobertura

Otro aspecto relevante al momento de contratar un seguro es adquirir una póliza sin conocer las limitaciones y condicionantes. No es poco común que se considere que todos los seguros son iguales, que son a todo riesgo o que se seleccione la póliza más económica, pensando que todas abarcan los mismos beneficios.

Para evitar caer en esta trampa, es clave recibir la asesoría de un intermediario que pueda aclarar nuestras dudas y desmentir esos mitos comunes. Es útil también que consultes sobre los límites y condicionantes de las pólizas, al momento de comprar y seleccionar alguna. Solo así tus expectativas de cobertura y los beneficios de un seguro estarán alineados. 

Conclusiones:

Recuerda que la adquisición de una póliza de seguros es una inversión en tu tranquilidad, la de tu familia y la de tu patrimonio, pues sabemos que podremos contar con una garantía financiera al momento de una eventualidad. Pero más allá de contratar cualquier seguro, es necesario hacerlo por los canales oficiales y a través de intermediarios que puedan brindarnos la mejor asesoría.

Hoy en día, con la gran cantidad de recursos en línea para investigar sobre el tema y el fácil acceso a la información de las compañías aseguradoras, tenemos el privilegio de tomar mejores decisiones y de una forma más segura. 

Puntos más relevantes del contenido:

●       Debido a la pandemia de COVID-19, el mercado de seguros registra un crecimiento en la región, ya que las personas buscan un respaldo para sí mismas y para su patrimonio.
 

●      Con el creciente alcance de las herramientas digitales, como las redes sociales y el comercio electrónico, es más fácil adquirir productos por canales en línea, pero también aumentan los riesgos del scam y el phishing.
 

●      Las trampas más comunes que debes evitar al momento de comprar un seguro son: no verificar si la empresa es legal, confiar en promociones de pólizas u ofertas engañosas, hacer pago a cuentas personales de presuntos intermediarios y desconocer las condiciones y limitaciones de una cobertura de seguros.